Capítulo 6: Una insana petición

Naruto era atendido por un medico, afortunadamente su estado era caritativo, el muchacho no sufrió heridas grabes, de hecho, no padeció ni un rasguño, más por dentro, uno de sus brazos conllevó un desgarre y en la cuestión psicológica, el incidente amenazaba con fundarle una indeleble fobia hacia los caballos. Sasuke, que le contemplaba calmo, le llevó en brazos hasta su habitación en espera del medico, al entrar a la mansión cargando al rubio, se había enfrentado a su padre. Contrario a lo que quisiera, Sasuke no pudo evitar mirarle compungido, mostraba un seco resentimiento que solo ellos dos podían entender, fue entonces que Mikoto Uchiha interfirió.

-¡Ese muchacho, se ira de aquí enseguida! – Sasuke turno miradas entre su madre y el rubio.

-Vamos, Mikoto. Deja que el muchacho se quede, ha sido solo un incidente, ¿No es así, Sasuke? – Este no dio palabra, estaba atónito, su padre, ¿le condescendía ante un capricho?

Fugaku abrió paso a su hijo sin decir palabra, solo dejándole ir y Sasuke no podía dejar de pensar en su expresión, el porque no dijo nada, ni un gruñido o un reclamo, solo le dejo pasar. Sasuke nunca sabia que esperar, cuando de su padre se trataba, ansiaba con tanto ahínco satisfacerle, que no había cosa en la tierra que deseara más que poder leer sus pensamientos. Y ahora, estúpidamente le evitaba, tomando la condición de Naruto como excusa, aunque en verdad le preocupaba.

-¡Si señor, unas semanas de reposo y estar lejos de los caballos por un tiempo y quedará como nuevo! – el medico limpiaba sus manos con un pañuelo, un sujeto regordete y vigotón, con la frente calva y cabello rizado solo sobre la nuca y tras las orejas, bastante gracioso, según la opinión de Naruto, quien para esa hora ya se sentía más repuesto – Solo debe tomar su medicamento y mejorará en menos de lo que … Señor Uchiha, ¿Señor? ¿Señor? – Sasuke se encontraba a un costado de la cama, sentado en una sencilla silla de forma inversa, con las manos sobre el respaldo y el mentón sobre estas. Pensaba en tantas cosas y tan pesadamente que le ardía la cabeza y no prestaba atención al insistente nombramiento del medico, Naruto, que se encontraba en la cama del Uchiha, no pudo evitar desencajarse por la incertidumbre de Sasuke - ¡¿Señor!?

-Perdone… -Sasuke hasta entonces reacciono – dígame. – tanto el medico como Naruto se sintieron preocupados, pues Sasuke se mostraba abrumado, temeroso.

-Le decía que, solo necesita…

-Sasuke-sama – una de las mocamas llamaba a la puerta (en este momento abierta), todos atendieron callados – su padre, Fugaku Uchiha, le solicita en su despacho lo antes posible. Sasuke no dio asentamiento, solamente se levantó con pesadez, trato de corregir sus ropas y partió a donde su padre. El medico y Naruto se miraron incrédulos ante la ida enjuga del moreno.
     


-¡Adelante! – Sasuke se hallaba donde su padre, era un momento incomodo, pero que tenia que pasar, entró al despacho sin flaquear en cuanto a su porte, pues, trataba frente a su padre, parecer perfecto. Su traje era exquisito, completamente negro, con incrustaciones de hilos finos y metálicos.  El bordado de su camisa en tonos grisáceos, era sumamente delicado, el conjunto era increíble, acompañado de una dorada medalla con listones rojos sobre el bolsillo del saco – toma asiento – El estudio (osea, el despacho de Fugaku) era bastante amplio, cubierto de una alfombra verde, con las paredes repletas de libros de piso al techo y un escritorio bellísimo en el centro, repleto de excelentes grabados y digno de la finura oriental. Fugaku parecía buscar un libro en especial, revisaba las filas interminables de libros con avidez, zigzagueando de arriba abajo. Sasuke se sentó en la una silla de piel amplia frente al escritorio, presintió sería presa de un interrogatorio tortuoso – dime, Sasuke. ¿Te la has pasado bien a tu regreso? – Sasuke se impresionó ante la pregunta, aún así, no le quedaba más que contestar.

-Bastante a gusto, padre.

-Mmm, ya veo… - seguía indagando entre las hileras, dando la espada a Sasuke – Así que, ¿Rechazaste el puesto de senador?

-Justamente, padre – Sasuke temió ser reprendido por ello.

-¡Bien hecho! – Fugaku pareció deslumbrarse ante un descubrimiento incauto, tomó ferviente uno de los libros de la estantería, lo ojeó y dispuso a llevarlo al escritorio cerrándolo sonoramente – No he criado a mis hijos para que terminen como simples senadores – se sentó ante el escritorio, todo sin dirigir la mirada a su hijo como si no estuviese presente, abrió el libro y comenzó a hojearlo – Dime, Sasuke ¿Conoces el nombre del chico de esta tarde? – Sasuke no pudo evitar arrugar la nariz, esa pregunta tan fuera de contexto le extrañaba hasta el hastió.

-Así es, señor.

-… ¿Cómo se llama?

-Naruto – cada vez más extrañado.

-Y… ¿Sabrás a caso, su edad?

-Imagino que, entre dieciséis o diecisiete años – las ganas de preguntar ¿Por qué? Le carcomían las entrañas. Pero hasta el momento, no había olvidado la ultima vez que cuestiono a su padre.

-Mmmm, me parece bien – Fugaku continuaba perdido entre las hojas del libro, lo cual desquiciaba a Sasuke, tanta pregunta sobre el rubio y ni siquiera le miraba a los ojos - ¿Qué más sabes sobre él?

-Pues… vive con el mayordomo, es muy torpe e ingenuo, es escandaloso y su curiosidad le causa muchos problemas – Sasuke no pudo percibir la sonrisa que se formulo en su rostro, se presento tan natural que no la sintió, justo en el momento que su padre, desconcertado (pues el tono de voz que uso, era dulsísimo), levantó la frente para encararle y ahí estaba, la mirada de hace unas horas y una sonrisa entupida y ladeada en su rostro. Fugaku no podía creerlo.

-¿Te gusta? – Sasuke casi suelta un brinco sobre la silla, hasta entonces percibió la severa mirada de su padre sobre si, no aguantaba esa mirada, palideció, enmudeció, se sintió un imbesil. Dejó que el aire tragara la pregunta, como esperando que desapareciera, que se ahogara, fue entonces que se dio cuenta de que no tenia respuesta – Escucha, Sasuke, desde ahora, a petición mía, te encomendaras a una única tarea… ¡necesito que le vigiles muy de cerca. Averigua en donde vive, como, que hace, a donde va y con quien, averigua todo lo que puedas de él, ¿Entendido?!

-¡Si, señor! – Sasuke se levantó fuertemente de la silla, como un soldado, miro fijamente a su padre, las dudas le incautaban, más no podía cuestionarle. Se dirigió a la puerta a paso firme.

-Sasuke… - volteó a donde su padre, mirándole con frialdad – se prudente y… no lo toques. – Sasuke no respondió, solo salio del estudio, no permitiéndose cuestionarse más, debía obedecer siego y sumiso. Bloqueo su mente a todo pensamiento que incluyera al rubio, pero lo que vio al salir, no ayudaba. Naruto le espera fuera del estudio, su expresión curiosa hizo creer a Sasuke que había escudado la platica pasada, y se tenso, se sintió amenazado como únicamente se sentía ante Naruto.

-¿Sucede algo? – Sasuke estaba a punto de retroceder, no quería escuchar la respuesta.

-Fugaku-san me ha mandado llamar, pensé que seguirías aquí, así que esperé a que salieras – Naruto miraba curioso la puerta del estudio, después de todo, seguía sin conocer al líder de la familia.

-Ya estoy aquí, pasa entonces – Sasuke abrió paso a Naruto, quien toco tímido la puerta bajo los acusadores ojos negros del moreno.

-¿¡Quién llama!? – se escucho a Fugaku decir, desde dentro de la habitación.

-Na… ¡Naruto Uzumaki, Señor! – su nerviosismo era notable.

-¡Anda, entra, entra! – Naruto abrió la puerta de par en par, permitiendo que padre e hijo se dirigieran una ultima y gélida mirada – por favor, siéntate – Sasuke cerraba lentamente la puerta una vez entrado el rubio, sin dejar de mirar a su padre. Fugaku pudo advertir el gesto de incertidumbre en el rostro de Sasuke, de alguna forma, esa inquietud, le complacía. Sasuke seguía siendo el mismo niño mimado y obediente que partió hacia tres años.

- Adelante muchacho… siéntate – el padre de Sasuke, Fugaku Uchiha, había citado a Naruto en su despacho. No aparentaba en el rostro mayor interés que el habitual hacia cosas de insignificancia.

- ¡Hai! – Naruto se sentía inseguro, ciertamente el señor Uchiha era intimidante en apariencia, mas, Naruto no era del tipo de personas que se guiaba por apariencia, lo que le asustaba, era el temor que el Uchiha más joven le profesaba, si Sasuke le temía, es porque era alguien muy poderoso o alguien en verdad malo.

- ¿Sabes porque te mande llamar? – el señor Uchiha miraba a Naruto muy calidamente desde su escritorio, hacia con facilidad que el joven se apenara y se sorprendiera.

- Ha…a… yo, yo, yo imagino que…

- Supuse que no lo sabrías – se puso de pie y sonrió amablemente – dime… Naruto – el muchacho se impresionó al escuchar su nombre, cosa que hizo visible – sabes de casualidad, quien es… perdón, ¿quién fue, Minato Namikaze?

- Yondaime-sama… - Naruto respondió más para sí, que a la pregunta.

- ¡Exacto! – Fugaku mostró de momento un brillo indescriptible, parecía haber encontrado una mina de oro, un diamante valioso o el elixir de la vida – y dime… - repentinamente pareció controlarse – ¿le habrás visto alguna vez?

- No señor… él murió antes de que pudiera razonar siquiera un rostro. – Naruto no pudo evitar sonreír ante tal pregunta.

- Me refiero a una imagen, un retrato...

- Pues… quizá, pero no lo recuerdo… con la novedad de que no tengo memoria… ni de mi madre – Naruto se tornó rápidamente melancólico y nuevamente, paso de triste a enérgico como una chispa – Además, no se tienen retratos de él en cualquier lado. Cómo espera que le conozca un simple vasallo, señor.

- Ya veo… - Fugaku se mostraba a cada momento más y más interesado por el muchacho, su mirada impertinente le delataba y Naruto alertaba en ella insanas pretensiones - ¿Te gustaría verlo? – Fugaku sonrío anticipando una afirmación por respuesta.

- ¡Ha… si! – Su hijo no se había equivocado, el muchachillo era ingenuo y muy curioso, digna incredulidad de su inocencia, lo cual extrañamente le hizo sentirse sumamente atraído por él.

- En ese caso, ven aquí, acércate… - Naruto se levantó de la silla como si le hubiesen empujado, la emoción de ver aunque fuese solo una imagen de tal leyenda le emocionaba a mares y casi corrió hasta el escritorio y se poso ansioso a un lado del líder de los Uchiha - ¿Lo ves?... es el hombre que esta a mi lado… - en el libro, una imagen, el señor y la señora Uchiha junto a un hombre rubio, alto, con el cabello alborotado hasta los hombros y un semblante serio, pero simpático. Naruto se le quedó mirando con la curiosidad en el rostro, movía su cabeza lentamente, inspeccionando, resguardando esa imagen en su mente, comparando y comprobando que no era lo que imaginó. Durante muchos años abstrajo en su mente la idea de ser como Yondaime, su leyenda, su legado, su historia le precedían, el mundo le amaba, era una figura heroica, influyente y compasiva, un ser del que creció escuchando historias, un ser con él que soñaba, a quien a veces juraba escuchar y a quien le decía… “¡En donde quiera que estés, mírame, solo mírame y dame fuerza, préstamela solo un momento, te juro, no te defraudare!”

- ¿Le recuerdas ahora? – Fugaku intentaba no importunar, mas no podía esperar a que el jovencillo se decidiera a hablar. Naruto estaba tan inmerso en la imagen, que había olvidado de momento en donde estaba.

- ¿Ehh?... ha… no, ahora que lo pienso, nunca antes le había visto, pero… aún así, me es familiar – Naruto se rascaba nervioso la cabeza – tal vez me lo he imaginado tantas veces, que en una de esas y lo visualicé tal como en la foto… - Fugaku agudizó su sonrisa aun más…

- Ho… quizás podríamos conferir tal manía a algo más… – en un segundo, Fugaku tomó a Naruto de hombros y le encaró contra un espejo con forma de copa sobre el escritorio. Naruto miró su reflejo, al principio consternado por la reacción del Marqués, pero al pernotar en el espejo y observarse en el reflejo… - ¿no crees que se parece mucho a alguien?

- Ha… ¡Haaa! Pero si… - “en el clavo” pensó el señor Uchiha – se ve igual de carismático que yo… - “este chiquillo es un idiota o se burla de mi” se le acababa la paciencia a Fugaku.

- Mira… mira con atención tu reflejo Naruto-kun, ¿no notas un gran parecido entre Yondaime-san y tú?

- Bueno… ya que lo menciona… - Naruto era tan distraído, que parecía ignorar lo obvio – creo que si, nos parecemos un poco.

- ¡¿Un poco?! Muchacho, son idénticos… - Ante tal afirmación Naruto, consternado, toco con la yema de sus dedos sus mejillas... – ¡Ho! Si ignoramos las marcas de tu rostro… - aunque parezca difícil de creer, el señor Uchiha ignoraba algo que era vital para su búsqueda… un oscuro pasado.

- ¡No!... Discúlpeme señor, pero se equivoca; ¡No existe tal parentesco! – el humor del muchacho mutó con tal rapidez que propasaba a un parpadeo. Fugaku Uchiha no pudo disimular su asombro, así como tampoco pudo encontrar causa a semejante comportamiento. – ¿Puedo retirarme?

- … Por supuesto… - Fugaku, anonadado, no halló nada más que decir, la expresión madura y seria del joven sería quizá hasta el momento, lo mas impredecible que hubiese presenciado – ¡Naruto…! – el muchacho le dio la espalda, no sin antes ser objeto de una “humilde” petición… - de ser posible, me gustaría contar con tu grata compañía por lo menos unas horas al día, ¿Se podrá?

- Sus deseos son ordenes, señor… - pese a contestar acertadamente con una agradable (falsa) sonrisa, Naruto no sentía mayor deseo que el de rechazar semejante petición, más como empleado, no tenía otra opción.
 

3 comentarios :

Anónimo dijo...

KYAAAA~ SIGUE NO TE DETENGAS SIGUE CON EL FIC NYAA~
Atte: Naruu Villaa

Anónimo dijo...

DIOS MIO! Cuando leí el título del capítulo un escalofrío inquietante fue el que sentí! pensé que quizá Fugaku quisiera que Sasuke le cediese a Naruto. Pero no pensé que fuera tan directo con el propio Naruto acerca de su parecido con el Yondaime...y tan distante con Sasuke...aunque me gustó su advertencia...sobre que Sasuke no tocase a Naruto...estoy complacida con el capítulo...me pregunto muchas cosas en éste instante como eso del oscuro pasado de Naruto...quisiera saber más sobre eso...
Nadywing

Sora Tapia dijo...

Esto se pone cada vez mejor.
Fugaku es muy listo. Que emoción. Naruto no tiene ni idea y menos Sasuke.
saludos ^^

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