Capítulo 12: Un desconocido ¡aparece!

Así pasaron los días, sin aparentes acontecimientos (todo era llevado con suma discreción; las cosas eran tensas, el ambiente sombrío y la convivencia casi inexistente).

Naruto, tal como se le había ordenado, asistía al despacho del cabezal de la familia Uchiha (Fugaku Uchiha) cada día durante las tardes en un promedio de una, a tres horas. Sasuke, quién demostrando obediencia, seguía sigilosamente al rubio hasta el más escondido de los rincones, era más consiente que “Dios” del tiempo que pasaban encerrados el Uzumaki y su padre. Con el correr de los días, esperar tras la puerta del despacho se volvió la más grande de sus agonías, ¿Qué hacían? ¿De qué hablaban? ¿Por qué? ¿Por qué a solas… y encerrados? Los momentos compartidos entre Naruto y Fugaku parecían sagrados, no eran comentados por nadie, parecían no saberlo y una vez que entraban al despacho, no había ser sobre la tierra capacitado siquiera para tocar la puerta.

Sasuke aguardaba precavido a una distancia prudente, ansiaba a cada segundo ver a su “compañero de juegos” salir y estar disponible a sus ojos el resto del día, pues era así su dedicación para con su tarea, que contemplaba al rubio descansar a media noche, le observaba trepado en un árbol desde una ventana aledaña a su choza. Su cuartucho, diminuto, era tan impropio de él a pensamiento de Sasuke, que en más de una ocasión pensó en ofrecerle un palacio. Estar tan cerca de Naruto y ser consciente de su vida (la única vida “ajena” que le ha interesado) parecía crear en él una extraña motivación, ansiaba amarle de la manera más sincera que pudiese reconocer, quería ser ante los ojos de Naruto, un ser digno de su penuria, de su propia madures, de estar cerca de él en la pobreza y la enfermedad. Estar tanto con él le hizo pensar, que a su lado, no necesitaría ya más nada.




- ¡Naruto!

- ¡Ha!... Iruka-sensei.

- ¡¿En dónde has estado?! ¡Llevo horas buscándote!

- Haaa… ¡me perdí!

- No me quieras ver la cara Naruto… (arto y molesto).

- Gomene Iruka-sensei yo…

- ¡No hay excusa! ¡Ahora mismo me explicaras en donde diablos te has metido! – llevaba ya unos días pasando lo mismo, casi siempre a la misma hora, Naruto desaparecía.

- Y… yo…

- ¿De nuevo te reprenden por mi culpa dobe? – como ya era costumbre, Sasuke surgía heroico al rescate del rubio, siempre estaba presente en el momento más oportuno.

- ……………

- Lo siento Iruka-san, trataré de no llevármelo sin permiso otra vez. – Creyendo en que era una buena cuartada, cada que sucedía algo semejante, Sasuke alegaba haber estado en compañía del rubio y lo argumentaba engreídamente, sin embargo, lo que no sabía, era que no había cosa que perturbara más a Iruka.

- Siendo así… Si es tan amable de informarme si es que vuelve a suceder – Sasuke compartía con Iruka tal preocupación fraternal que se sentía responsable de lo que ahora le atormentaba, se creía, merecedor de tal castigo y se obligaba a proteger a Iruka de semejante angustia, callando. – Sasuke-sama…

- Desde luego…




-¡Fiuu! ¡Esa sí la sentí cerca! – Una vez exonerados por Iruka, Naruto y Sasuke dispusieron de su tiempo en una silenciosa e insatisfecha conversación… ambos con mucho que decir y tanto por callar, tener secretos entre ellos por primera vez se convertía en un inconveniente.

-¡Naruto! – Sasuke no soportaba la tranquilidad e indiferencia con la que Naruto llevaba las cosas, siendo que a él, le era inconcebible tolerarlo – hablando en serio… No me molesta salvarte de Iruka-san… Pero, tengo que saberlo… de lo contrario, ya no te ayudare… - Naruto se mostraba confundido, tanta timidez en Sasuke era redundantemente extraña, casi increíble…

- ¿Qué?... ¿Qué cosa?...

- ¿Qué es lo que hacen mi padre y tu… cuando se encierran, en el despacho…? – A Sasuke le era extraordinariamente difícil hablar, cosa aterradora, hasta para él mismo.

- ¿Eh?... – Naruto dejó ver su gran sonrisa – jeje – y Sasuke su gran furia.

- ¡¿De qué te ríes?!

- ¿Eso era todo? ¿Estás celoso del tiempo que paso con tu papá? ¿heeeee?

- ¡Para nada!... estúpido… - “estoy preocupado por ti”, no tenía el valor de decirlo… “¿Se reirá de mi?... ¡Con un demonio, a quién le importa” – sin ademan alguno Sasuke acorraló a Naruto con tanta agilidad, que este se sintió atraído hacia la tormenta sin posibilidad de escape… - Quizá no sea la persona más adecuada para decirlo, pero… Mi padre no es una buena persona y, no puedo evitar sentirme intranquilo al no saber qué es lo que hace contigo… - Sasuke miraba a Naruto muy de cerca, sus ojos negros profundizaban en las carnes del rubio como navajas, turbias y afiladas.

- Eres un tonto… teme… - Naruto se sintió convaleciente en su bochorno, sentía que volaba solo porque el Uchiha estuviese tan pendiente de él, se sentía tan bien, que al ser consciente de ello se auto-nombro “estúpido” – No… no sé porque te preocupas tanto, tu papá no me ha hecho nada – a estas alturas, le era difícil mirarle al rostro, solo sentir su olor cerca le mareaba – además… e…él…, estar con él es muy aburrido. Ya no sé si fue el reglamento 1325 el ultimo que nombro, o era el año 1325 en el que “fulanito” gobernó y… y ya no me acuerdo de lo demás, pero…

-¿Reglamento? ¿Gobierno? ¿Te habla de política?

-Mmm… pues si eso es la política, creo que si, tooodo el tiempo ¿Por qué?

- Es, extraño, más extraño de lo que imaginé…

- ¿Qué imaginaste?

- ¿Ha?... ¡Nada! ¡Solo no lo pensé!... ¿Para qué te hablaría él de política?

- Mmm… No lo sé, quizá solo quiere alguien con quién hablar…

- No, él no es de las personas a las que les gusta hablar… es, cada vez más extraño y tan… ¡Molesto!

- ¿Eh?... – la conversación terminó tal como había empezado, muda.



Si bien, los Intrincados planes de Fugaku alteraban a Sasuke hasta el hastío, las incógnitas conversaciones que mantenía tan secretamente con el rubio lo hacían aun más. Su único consuelo, era que por “obligación” debía estar pendiente de él.

Con el paso de los días la conducta de Naruto se formo predecible, podía casi aseguran en donde estaría a cada hora, a que personas frecuentaba, que comía y con quien. Quedo maravillado al conocer al Naruto amable, juguetón y adorable que se mostraba ante las personas, sintió envidia tantas veces de esas sonrisas, solo maldiciendo su suerte ante el rencor del rubio. Naruto era tan orgulloso y ambicioso que su capacidad no le daba para más y aún así, había doblegado su orgullo para atender a alguien tan despreciable como el mismo Sasuke, él lo sabía y ahora que lo entendía mejor se sentía con menos derecho que cualquiera de ordenarle; ahora solo quería darle el mundo.

Esa misma tarde, mientras Sasuke vagaba en las afueras de la ciudad, pues Naruto se encontraba retozando en el lago y solía permanecer en ese estado durante horas. Un sujeto extraño arribó las fronteras a los ojos del Uchiha, siendo su vestimenta algo estridente y rimbombante atrajo completamente su atención, por lo cual, Sasuke le miro marchar hacia el horizonte con un aire imnotizante, no fue hasta que denotó el atardecer, que se dio cuenta de lo tarde que era y por consecuente que debía de haber vuelto a donde Naruto desde mucho antes, sin embargo, al emprender su regreso al lago, noto inconscientemente que el sujeto “extraño” llevaba la misma ruta que él, ambos iban exactamente hacia la misma dirección. Pensó en cuestionar su ruta, más recordó su trabajo de incognito y se oculto esperando que Naruto ya no estuviese dormido en el lago, lamentablemente para su suerte, justo eso era lo que hacía, Naruto dormía plácidamente junto al lago y el sujeto se acercó a él tranquilamente, lo cual alerto a Sasuke hasta el pico. Un segundo después, el sujeto yacía incado a un lado del rubio mirándolo con curiosidad, esbozó una gran sonrisa y se aparto un poco para tomar un chorro de agua con la palma de sus manos, después, paralelo al rubio, dejo que la gravedad hiciera su trabajo y Naruto despertó dando un salto debido a la frialdad del agua…

- ¡¿Qué?! ¡Haaaa! ¿pero qué! – sacudía su cabeza desorientado de un lado al otro como perrito.

- ¡Haaaa! ¡Naruto! ¿Qué haces durmiendo en pleno bosque? ¡esa fea manía tuya! ¿No te lo ha prohibido mil veces ya Iruka? – el tono de voz del sujeto era realmente divertida, perecía estarle jugando una broma con un tono un tanto fraternal, casi como un tío, o un abuelo.

- ¡Haaaaaa! ¡Ero-senin! – por alguna extraña razón, al escuchar semejante grito de Naruto, Sasuke casi se cae y auto-descubre “¿Ero-senin? ¡Santo Dios! Pero que ocurrencias…” su pequeño rubiales lo sacaba de quicio algunas veces.

- ¡¿Cómo has estado Naruto?! ¡Cuéntame!

- ¡Bien! ¡Muy bien!... mmm… Iruka-sensei y yo trabajamos para los ricachones de la ciudad y… de ahí en fuera, todo está bien… - ahora si, por poco y se desmaya, el pobre de Sasuke no aguantaba la sinceridad de su pequeño.

- Vaya, vaya, así que después de todo sigue trabajando para los Uchiha…

- ¡Sí! ¡Ero-senin, pero cuéntame tu, ¿Cómo te ha ido? ¿Cuántas chicas te han golpeado en esta aventura…?!

- ¡No es gracioso Narutooo!... – después de exaltarse, cayó derrotado y se sentó al lado del jovencito – no las conté, pero fueron muchas…

- Jajajajajaja… ¡Ero-senin no-baka!

- ¡Oe Naruto, no me llames así!

- Jajajajajaja… - las risas de Naruto no cesaban, lo cual extrañamente alegro a Jiraya (Ero-senin) de manera melancólica.

- Y dime Naruto ¿Cómo van las cosas por aquí? Te vez realmente feliz…

- Han ido bien, estoy bien; me siento… bien – aquí no existía la felicidad plena, por lo menos no para Naruto, y era algo que ambos sabían muy bien.

- ¿Tienes problemas con Iruka? O ¿Te molestan los Uchiha…? – Sasuke presto exorbitantes atenciones a esta pregunta.

- Un poco de ambos… El señor Uchiha insiste en estar conmigo como un padre y un hijo y es algo que no puedo decirle a Iruka-sensei, siento… que se asustaría, o lo vería con malos ojos.

- ¿Fugaku Uchiha insiste en estar contigo?

- Si, se la pasa contándome cosas raras y me mira como si me traspasara…

- Naruto, tienes que tener cuidado con esa persona. Sus intenciones, no parecen buenas… - Sasuke permaneció incauto ¿acaso ese sujeto conocía a su padre?... un extraño aura de desconfianza se formo a su alrededor, el sujeto le intrigaba, pero por alguna razón, sentía que podía confiarle lo más importante para él, a Naruto.
 

3 comentarios :

Anónimo dijo...

(y) ME ENCANTA!!
KYAA~ SIGUE!!
Naruu Villaa

Anónimo dijo...

mmmm que estaría pasando por la cabeza de Fugaku...será que quiere instruir a Naruto para tomar el puesto de algún hijo perdido de Minato...o acaso porque está seguro de que Naruto es hijo de Minato...por qué tanta desconfianza...
COMO ME ALEGRO DE VOLVERLOS A VER!!! quiero más! quiero más pasemos al prox cap!
Nadywing

Sora Tapia dijo...

Sasuke acosador XD. Ya me lo imagino vigilando a Naru hasta cuando se baña, jajjaa y que mente tan sucia, la verdad yo tambien sospechaba cosas feas la primera vez que lei que el Uchiha mayor pasaba tiempo con Naru.
saludos ^^

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